El desarrollo paralelo de herramientas informáticas especializadas como JGAAP, Stylo R, y más recientemente, aplicaciones basadas en modelos de lenguaje de gran escala, ha democratizado el acceso a estos análisis, permitiendo que investigadores de diversas disciplinas puedan incorporar técnicas estilométricas en sus estudios. Esta democratización tecnológica ha propiciado un aumento exponencial en las aplicaciones de la estilometría, que trascienden el ámbito filológico para extenderse a campos como la historia, el derecho, la psicología e incluso la seguridad informática.